He cometido un délito, desde este minuto me declaro culpable. Si amar es un crimen, soy una prófuga de la ley. Por favor, pido clemencia para los que algún día me juzgarán. No sean crueles conmigo, sólo quiero confesar:
"Durante esos días estaba hundida en el más grande de los dolores. Estaba aún más sola que de costumbre, no había nadie. Ellos habían mirado hacía otro lado y me dejaban en la penunmbra de la noche. Estaba sola ¿Qué iba hacer? Por un momento perdí el rumbo, pero ahí estaba él. Apareció de la nada y me llevo a su guarida. Me escondí de todo y de todos. Estuvimos solos los dos por muchas horas. Horas inagotables y minutos preciosos. Él me daba fuerzas, él me decía lo que debía hacer, él guíaba mis pasos, me hacía reir cuando nadie más se acercaba para preguntar por mi. No pude apartar mis pensamientos de él. Era mi salvador, era la luz de mis días oscuros...¿Cómo iba a negarme? Se preocupó de mis heridas, de mis tristezas, de mi vida...Si, confiezo SOY CULPABLE, soy culpable de cada palabra que le dí, de cada mirada que le he entregado, de cada verso que le he dedicado, de cada pensamiento que ha habitado en mi mente. Lo sé, no tengo escapatoria...por favor dejeme libre, he confesado ser culpable de amarlo..."
1 Pensées:
Lily, tus lineas son muy identicas a lo q he vivido. Simplemente quizas la soledad mira mucho el entorno, siguiendo así, con culpabilidad es una mancha en el corazón... Es fuerte sentir esa amargura de declararse culpable...
Linda amiga y hermana.. muuuuack!
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