Mientras pensaba, mientras buscaba repuestas me llené de dudas. De dudas que se encargaban de destruir mi sueños, que me dominaban y que se volvían contra mi. "No puedo" me decía una y otra vez; "No sé que hacer", repetía mi cabeza. Las lagrimas una vez más se apoderaron de mi rostro y caían como supieran los que hacían. No entendías, yo me sentía sola, me sentía cansada y tú con tu cabeza en una historia diferente. No entendías...
Tengo miedo, tanto que no sé que pensar.
Cuando llegaste la primera vez, supe que serías distinto, que cambiarías algo en mi...me alegra saber que no me equivoque. Ahora, estoy a punto de renunciar, de alejarme aún más y es eso, justamente eso, lo que me da miedo. Me aterra la posibilidad de perderte, me incómoda pensar que quizás otra sea parte de tu vida o simplemente no mirar tus ojos.
¿Una solución? Por favor, la necesito. La necesito de la forma en que te necesito a ti también.
Tengo miedo y no dejo de pensar en ti.