Conciencia

A ti te hablo, sí...a ti. Te equivocastes,lo tienes claro y lo peor es que todavía te duele saberlo y sentir que haz hecho daño.

Te culpas, te das vueltas antes de dormir, a veces hasta te despiertas... ¿Qué hiciste? No te persigas, no te dejes vencer. Ya no eres lo que solias. Lastima que las cosas fueron así. Al fin y al cabo fuiste tu quién lo quiso.

Ahora, sabes que es lo que tienes que hacer, sabes que no hay muchos caminos por los que te puedas escapar, ni tampoco tantas respuestas que esperar. Dilo,dilo,dilo.

Miedo, siempre es el miedo. ¿Qué te pasó? Antes no eras así! Dejaste tu pasado tan atrás que olvidastes quién eras!

Ahora en tu cabeza rondan códigos diferentes, de los cuales te sientes un poco fuera de contexto, pero la obligación es más fuerte y tú estás en el medio de aquella tan odiada obligación. Te dejaste atrapar, ahora...asume. Asume cada cosa que haz hecho, total te sobra tiempo para arreglar tu vida.

Deja de tener miedo...sabes que así no arreglarás nada.

En fin, decide lo que harás, si me buscas ya sabes como encontrarme.

Abuelo

Tuvistes cinco flores en tu jardín, cinco flores que con el tiempo se convirtieron en cinco rosales. Sus pétalos volaron, algunos más lejos que otros. Uno en particular llego tan lejos que olvidó que estabas ahí, pero guardo en su memoria cada risa, cada invierno sureño, cada timbre y escalera. Las gotas de la ventana, la gata con sus furias y ronroneos; nunca te olvido. Quiso recordarte de infancia, quiso guardar el aroma de la madera en la chimenea...prometio que no te olvidaría. Tenía miedo, sentía terror al ver que aquel que había llenado el jardín flores, estaba fragil, era otro...ya no era.

El viento no se llevo los recuerdos, ese pétalo que se alejo, te llevaba con él incluso cuando decidiste entrar a tu cuarto a descansar y no escucharnos más. Sólo se alejo, nunca te olvido...ese pétalo lo prometio.

Crecer

Ciclos que se acaban y otros que saludan cuando llegan. Ves como te hacen ir más a allá, a descubrir nuevas formas, nuevos caminos y también nuevos sentidos. Esos, los que se fueron, te preparán para esperar a los que vendrán.

El tiempo pasa sobre nuestros cuerpos, sobres nuestras cabezas y nos recapitular cada hecho. Al hacer este breve recuento te das cuenta de cómo haz avanzado, de cómo haz innovado y cómo haz crecido.

Ya no eres el que fuistes ayer y no serás el que eres hoy. Crecistes, crecimos...juntos los dos.