Mi espejo

Estaba sola y miraba la figura que tenía frente a mi. La observé, seguí cada segmento de sus cortes, de sus tonos, sus límites...había cambiado tanto, había desaparecido la niña que hace tanto había soñado con tocar la cima. Su rostro era diferente, dejaba ver el paso de los años. ¿Qué tenía? ¿Qué había pasado?

Sus rasgos eran más finos, ahora su piel ya no brillaba tanto como cuando le sonreía a sus problemas, pero la forma de sus ojos no había cambiado: seguían teniendo la expresión otoñal que alguna vez tuvieron.

Seguí el recorrido de sus formas, llegué a sus hombros y me detuve algunos instantes para ver como caían...ahora eran redondos y de ellos colgaban brazos más fuertes y formados, algo nuevo en su cuerpo.

Era una mujer su cuerpo lo demostraba. Sus caderas,sus piernas...sus manos, su piel. Era una mujer.

Seguí frente al espejo y noté que ya no soy la misma.