Abuelo

Tuvistes cinco flores en tu jardín, cinco flores que con el tiempo se convirtieron en cinco rosales. Sus pétalos volaron, algunos más lejos que otros. Uno en particular llego tan lejos que olvidó que estabas ahí, pero guardo en su memoria cada risa, cada invierno sureño, cada timbre y escalera. Las gotas de la ventana, la gata con sus furias y ronroneos; nunca te olvido. Quiso recordarte de infancia, quiso guardar el aroma de la madera en la chimenea...prometio que no te olvidaría. Tenía miedo, sentía terror al ver que aquel que había llenado el jardín flores, estaba fragil, era otro...ya no era.

El viento no se llevo los recuerdos, ese pétalo que se alejo, te llevaba con él incluso cuando decidiste entrar a tu cuarto a descansar y no escucharnos más. Sólo se alejo, nunca te olvido...ese pétalo lo prometio.