Las nubes adornan con su belleza el hermoso atardecer entre las alturas de esta pequeña villa.
Durante los últimos minutos de aquel día, se sentía un tanto despistada, un poco sola y tal vez olvidada entre los que la acompañan en su palacio. Era ella, la princesa de un poblado alejado del ruido y de los grandes lujos. Su piel era tan pálida como la de aquel castillo señorial. Sus ojos eras suaves y ausentes...desde que era una niña había aprendido a decir lo justo y necesario. Le habían enseñado que era correcto y lo que estaba fuera de lugar. Tenía un círculo muy reducido de amistades, pues no podía estar cerca de cualquiera (como solía decir su madre). Habían elegido cada detalle de su vida, habían tomado decisiones en conjunto para que ella no se equivocara...
Pero ese día la muchacha, mientras miraba por la ventana de su pieza, se dio cuenta de cuanto tiempo había perdido y todo lo que existía allá afuera...¿Tenía tiempo? Lo tenía todo. Era el momento para recorrer aquel parque, escuchar como el agua caía por el arroyo, o simplemente ver como las aves volvían a sus hogares mientras el sol caía. Se levanto, abrió la puerta cual obsequio y bajó las escaleras. Camino por los pasillos, se encontro con todos los que le servían, con los que la veían, pero en realidad no la conocían. A cada paso recibía una sonrisa, no las respondía y no las sentía. Dio vueltas en busca de la salida y no la encontro. Se preguntó perpleja donde esta aquella puerta que la llevaría a la libertad de lo natural y se preguntó, también, donde había estado los últimos 22 años...
Miró hacía atrás en busca de alguien, pero todos los que ahí habían estado, se esfumaron. Comprendió que estaba en ella la solución para poder llegar al final de su deseo...nadie haría nada por ayudarla, nadie le daría una respuesta. Camino por los laberintos iluminados, subío escaleras y no encontro nada. Desilusionada se sentó en uno de los escalones y lloró. No podía creer que no sabía donde estaba el lugar indicado para salir...nunca había abandonado esas murallas frías y cristalinas. Entre sus lagrimas logró divisar algo al final del segundo pasillo. No era una puerta, era él. Con quién había soñado desde los 12 años. Quería correr, pero su tristeza se apoderaba de todo su cuerpo y fue incapaz de abrazarlo. Para su sorpresa sólo bastaron un par de segundos para que él llegara hasta ese escalón perdido. No dijo nada, sólo le tomo esas manos humedas por las lágrimas, toco suavemente su rostro y la arrastró hasta la salida...
Eso es lo que hiciste tú:te esperé encerrada en un palacio de cristal tratando de buscar la salida y encontrar un mundo nuevo. No sólo encontre la salida de ese castillo, sino también te encontre escondido del ruido, te encontre dormido entre los gijarros y envuelto en tierno manto.
1 Pensées:
estoy anonadada.. primero porque es hermoso lo que has escrito, porque me he sentido así y porque aparte de todo, se transmite algo como.. la emocion de por medio.. no sé.. hubo algo, no sabría decir que.. jajaja, estoy disvariando.. pero seeeh.. mi segundo favorito que pasa a ser primero.. jajaja
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