Entre los paisajes geográficos encontramos variados elementos. Uno de ellos se caracteriza por su magnitud, por su color y espesura. Tiene vida propia. Es maravilloso ver como en él existen tan variadas especies. El mar.
Está acá, tan cerca de mi. Siento la sal cuando camino y la brisa choca a diario con mi cara. Huelo ese olor envolvente a humedad agradable. Admiro el color que protege cada centímetro de aquel majestuoso océano. Me encanta, y al mismo tiempo lo odio. Su tamaño crea fronteras inquebrantables, una distancia que me deshace y me desespera.
El mar con su encanto, me distrae, pero no dejo de creer que en esta realidad. No puedo negar que el océano me tiene a un millar de kilómetros de lo que deseo.
Me separa del destino, nada más ni nada menos que un océano...
Está acá, tan cerca de mi. Siento la sal cuando camino y la brisa choca a diario con mi cara. Huelo ese olor envolvente a humedad agradable. Admiro el color que protege cada centímetro de aquel majestuoso océano. Me encanta, y al mismo tiempo lo odio. Su tamaño crea fronteras inquebrantables, una distancia que me deshace y me desespera.
El mar con su encanto, me distrae, pero no dejo de creer que en esta realidad. No puedo negar que el océano me tiene a un millar de kilómetros de lo que deseo.
Me separa del destino, nada más ni nada menos que un océano...
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