Estabamos solos, realmente solos. Él, yo, nosotros y nadie más. Era pefecto. Tras horas de conversación, la pregunta llego: "¿Te gustan las flores?" La respuesta era casi obvia, pertenezco al género en el que los pétalos son los gestores de sonrisas y dueños de las lágrimas emotivas...ME ENCANTAN.
Dos semanas después: un ramo de azucenas blancas sobre la mesa.
Dos semanas después: un ramo de azucenas blancas sobre la mesa.
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