Amar

Negarte a la posibilidad de encontrar el camino, la suerte o una simple respuesta como un "sí", es lo que sucedió. ¿Sirvió? No, nada.

A veces te encargas de gritar a la nada y te envuelve el viento fresco de los atardeceres que se vuelven más pálidos y solitarios. En ese paisaje estaba, pero tus palabras llegaron desde la distancia y reviviste cada uno de mis sentidos.

Me enseñas, me alivias, me regalas sonrisas y me haces vivir. Haces que la frase "Je pense à toi" sea agradable a los labios y que suene melodiosamente en el alma.

Amar, amarte.